miércoles, 11 de junio de 2008

La que se nos viene encima

A por las 60 horas, bueno algo como esto me esperaba, pero no tan pronto, y esto es el comienzo de una nueva década y no se como acabará. Pero lo que si se es que no hay que perder, lo ya conseguido anteriormente con tanto sudor.
Si vemos como se nos va quitando poquito a poco pellizquitos del bienestar social o de libertad, que ya son tantos que estos pellizcos nos están haciendo cardenales, no hay que permitirlo más, y por ello empezare a escribir referente a estos problemas y otros por el estilo, ya que la libertad es un derechos que es intocable en todos los sentidos, y con las 60 horas nos están quitando libertad.
Técnicamente, el dinero es una unidad de calculo intermediario para intercambiar tiempo contra tiempo, sin que el tiempo de unos y de otros puedan ser comparado directamente. Porque cada conversión entre dinero y el tiempo se hace sobre la base de una estimación subjetiva, que varía según la relación de fuerza económica y de información entre el comprador y el vendedor.
En la práctica, esta relación de fuerza es siempre desfavorable al consumidor-asalariado.
Cuando un individuo medio compra un producto, él paga el tiempo que fue necesario para fabricar este producto a un precio mucho mas elevado que el salario cobrado que corresponde a una fracción equivalente a su propio tiempo.
Por ejemplo, si un coche es producido en 2 horas por 20 asalariados (incluido el tiempo de los asalariados dedicados a su comercialización y el trabajo de los equipamientos utilizados), el salario de cada asalariado por esas 2 horas debería ser igual a 1/20 del precio del coche, es decir 500 Euros si el coche vale 10.000 Euros. Lo que hace un salario horario teórico de 250 Euros. Para la mayoría de los asalariados, estamos lejos de esta situación.
Cuando un asalariado occidental da 10 horas de su tiempo, él recibe solamente el equivalente de una hora. Para un asalariado del Tercer Mundo, la relación cae a 1.000 horas contra una.
Este sistema es la versión moderna de la esclavitud y por ello la perdida de libertad.
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1 comentario:

Serrano dijo...

Te devuelvo la visita, paisano.
Dios mío, ¿60 horas a la semana?
Todos los avances sociales del siglo XX al carajo de un plumazo de la derecha europea.